miércoles, 23 de diciembre de 2015

LA FRUTA HERMOSA
Paseaba cierto día Luisita por el jardín, situado en los fondos de su casa-quinta, examinando con atención unas plantas raras, que acababa de colocar el jardinero.
Sobre un arbusto poco elevado vio una fruta, de color rojo muy vivo, con hojas de un verde muy subido.
_ ¡qué admirable fruta!-exclamo- no existe otras más hermosa en todo el jardín ¡ho! de seguro que sabe rico.
Miro cuidadosamente a su alrededor, por si alguien la observaba; desprendiola y se la llevo a la boca.
Al pronto sintió como un ardoroso fuego en la lengua. Arrojo inmediatamente la fruta, y desecha en lágrimas, salivo, hiso babucheros y con todo, el vivísimo ardor no se calmaba.
Su madre acudió a los gritos, y se dio cuenta de todo.

_ ¿has visto, hijita? Eso te pasa por no pensarlo primero que nunca lleves a la boca sustancias desconocidas.

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