miércoles, 23 de diciembre de 2015

LA CABRA Y LA VID
Cierta cabra montesa que astutos cazadores perseguían buscando desolada algún refugio entrose en una viña, donde, debajo de sus anchos pompones la vid frondosa la oculto benignamente y así burlo de pronto a los que diestros seguíanle la pista.
Cuando la cabra se creyó segura, comenzó a devorar las hojas mismas que con tanta bondad dieronle amparo para salvar su vida.
Mas luego, un cazador que rezagado apareció en su vía, oyó el rumor y con certera mano, abriole el pecho con mortal herida.
-“nadie olvide mi historia”, la triste cabra, al expirar decía: “la ingratitud, es vicio aborrecible, que el cielo en mi castigo”

F.J. Sales

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